Cuándo prescribe una deuda

En España, según el código civil, las deudas tienden a prescribir en un tiempo de cinco años. Existen muchos factores que determinan el tiempo de prescripción o vencimiento de una deuda contraída con alguna entidad financiera.

Para poder saber si la deuda bancaria adquirida o el dinero pendiente de pago han llegado a prescribir es necesario hacer un estudio más profundo del tipo de endeudamiento que se tiene. El periodo realmente varía desde los tres años hasta los veinte años.

¿Cuándo prescriben las deudas?

En España las deudas tienden a prescribir según el tipo de endeudamiento que sea el que se adquirió en su momento. La cantidad de años que pasan para que estas deudas lleguen a prescribir van desde los tres hasta los veinte años.

Sin embargo, existen muchas maneras de que se declare que una obligación pendiente llegó a prescribir:

  • En caso de pago: naturalmente una carga pagada es automáticamente un compromiso que ya no existe y, por tanto, podemos decir que prescrito.
  • Prescripción de la deuda: cuando ha pasado un determinado tiempo de entre 3 y 20 años con el mismo pasivo, que no sea hipotecario, y este no se ha pagado, queda como cancelado.
  • Por compensación: en este caso el deudor da una compensación que sustituye al dinero que se debe, por tanto, de alguna manera cancela el saldo pendiente.
  • Condonación: si bien esto sucede pocas veces, el acreedor puede decidir dar por pagada la deuda, aunque no haya sido así, pero a todos los efectos constará como una obligación saldada y o prescrita.

Lo normal es creer que todos los compromisos se contraen “hasta el fin de los tiempos”, pero no es así. En este artículo te lo contamos.

¿Cuándo prescribe un préstamo personal?

Cuando se pide un préstamo a una entidad bancaria, siempre que no sea una hipoteca, estas deudas y sus intereses llegan a prescribir.

Cualquier préstamo de banco no hipotecario, ya sea préstamo personal o tarjeta de crédito, llega a prescribir a partir de los cinco años. Originalmente los endeudamientos generados por la tarjeta de crédito prescribían a los quince años.

Las deudas que se adquirieron entre el 7 de noviembre del año 2000 y el 7 de noviembre del año 2005, por ley, siguen prescribiendo a los 15 años.

Sin embargo, actualmente, este plazo de prescripción se ha reducido de 15 a 5 años.

Es importante revisarse todos los artículos asociados a las tarjetas de crédito bancarias, pues hay algunas “letras pequeñas” que hay que tener en cuenta.

Diferencias entre caducidad y prescripción de una deuda

Se suelen considerar a las palabras “prescribir” y “caducar” como palabras sinónimas entre sí, sin embargo, no lo son, y en Ley mucho menos. Para entender la diferencia entre un sustantivo y otro de manera sencilla lo explicamos a través de un ejemplo.

Se sabe que los alimentos deshidratados tienen un tiempo de vida largo, no obstante, es obligatorio ponerle un día de vencimiento, la que podemos considerar como su fecha para prescribir, pero no de caducidad. Es decir, esta fecha se decide para seguridad del consumidor, al igual que la prescripción de una deuda, sin embargo, estos alimentos nunca caducan.

Por otro lado, la leche y otros alimentos caducan, es decir, vencen. La fecha que aparece escrita en sus envases determina el momento en que el producto en cuestión, por motivos de salud en este caso, ya no puede ser consumido. En las deudas personales la caducidad llega cuando el derecho de cobrar el débito ya no se puede ejercer y, por lo tanto, la ley que podría regular este adeudo deja de tener validez. Por el contrario, la prescripción de la carga viene dado cuando ha pasado mucho tiempo desde que se contrajo la misma y aunque sigue vigente y no se esfumará nunca, ha prescrito por el paso del suficiente tiempo.

Plazos más comunes en los que prescriben las deudas en España

En un principio se explicaba que el tiempo más común utilizado para que una deuda llegue a prescribir es de cinco años, pero esto cambia acorde al tipo de carga adquirida:

  • Préstamo hipotecario: dependiendo de las condiciones en la que se solicite el préstamo o crédito con el banco puede variar de quince a veinte años hasta su prescripción.
  • Préstamos bancarios no hipotecarios: estos incluyen las deudas comerciales adquiridas con las tarjetas de crédito y prescriben a los cinco años.
  • Seguridad Social y Hacienda: estas obligaciones tienen un plazo de cuatro años para prescribir.
  • Otras deudas: aquellas que se relacionan con pensión alimenticia, servicios generales o pago de alquiler, entre otras, prescriben a los 5 años.

Cómo evitar que una deuda prescriba

Una de las diferencias entre la caducidad de una deuda y la prescripción, es que la segunda opción se puede detener. Para esto el acreedor puede elegir una de estas cuatro acciones:

  1. Enviando un burofax.
  2. Por demanda judicial.
  3. Reconocimiento de la deuda.
  4. Renunciando al préstamo, por lo que se puede solicitar el pago completo de la obligación pendiente de pago.

Si el acreedor elige cobrar usando una de estas cuatro reclamaciones, el acto de prescripción se detiene de manera automática y comienza desde cero una vez iniciado el proceso.

A pesar de que pareciera que la prescripción de una carga es una forma de escapar de ellas (como si expirara) o de correr el riesgo, en caso de ser el acreedor, de perder el dinero prestado, esto no es cierto. Existen formas legales que obligan al deudor a asumir sus obligaciones y evitar la prescripción del débito pendiente.

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